Más observadores creen que el país acorta la brecha con los principales mercados emergentes; sin embargo, la dependencia del petróleo y la concentración de riqueza podrían frenar su avance.
Los países del grupo BRIC han dado un gran salto en el ranking de las mayores economías del mundo. Según pronósticos recientes, México podría avanzar pronto a un ritmo similar.
Goldman Sachs estima que para el 2020, las naciones BRIC aportarán casi la mitad del crecimiento global, capitalizando las debilidades de las viejas y endeudadas economías desarrolladas, principalmente las de Europa.
México, que el presidente Felipe Calderón describió esta semana como "una sociedad predominantemente de clase media", debe dar el salto más grande para acercarse al cuadro de honor de las mayores economías, dijo el banco.
Pese a la violencia del narcotráfico que ha dejado 36,000 muertos en los últimos cuatro años, los inversionistas mantienen su confianza en México, poniendo dinero en su Bolsa de valores, que en enero alcanzó su máximo histórico.
"El presidente mexicano no entiende por qué no se llama BRICM", dijo Johannes Hauser, gerente de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (Camexa).
Se teme que México esté atorado en un punto muerto político, en su dependencia a los ingresos petroleros, y en la alta concentración económica en algunas manos.
Pero también hay un creciente optimismo para el futuro de la industria mexicana, mucho mejor posicionadas que sus rivales del BRIC, particularmente las de China.
Después de la recesión global del 2009, la economía mexicana registró una expansión del 5.5% el año pasado -su tasa más rápida en una década- y el Gobierno ha dicho que el 2011 podría ser aún mejor.